«Ha sido un privilegio poder trabajar con los niños y niñas de la escuela»
Llegué a Mae Sot para participar en el rodaje de «Creciendo». Nunca había estado en Tailandia y también era la primera vez que iba a ver de cerca una ONG. Durante el tiempo que estuve allí mi única preocupación fue que la pieza que íbamos a realizar llegase al mejor puerto posible. No fui para conocer la escuela Km42, ni a los chicos, ni a los profesores, ni a corroborar de cerca el trabajo de Colabora Birmania. Insisto, mi interés estaba en otro sitio. Pero como regalo (lo considero así) pude hacer todo esto. Y es una suerte que no sean regalos de los que se meten en la mochila porque entonces hubiera tenido que facturar más, mucho más.
Para mí en primer lugar ha sido un privilegio poder trabajar con los niños y niñas de la escuela. Los rodajes siempre son duros, pero se comportaron todos de manera ejemplar en todo momento. Estar con ellos también, ver como conviven y cuidan los unos de los otros… son una pasada. También sin querer, pude conocer las dificultades por las que tiene que pasar una ONG para poder seguir haciendo su trabajo, desarrollar proyectos nuevos o simplemente poder mantener los ya existentes. El enorme esfuerzo y dedicación que hace falta para conseguir a veces solo paliar la situación a la que se enfrentan. El disfraz de occidental cínico y resabiado se te viene inevitablemente abajo.
No voy a decir que ha sido una experiencia transformadora y que me ha hecho abrir los ojos y demás tópicos, pero sí me sentiría muy orgulloso de que mi pequeña aportación dentro del proyecto en el que participé pudiera ayudar en algo a Colabora Birmania y a los chicos del Km42.
César Corta