Hace unos días volví a Mae Sot después de mi última estancia como voluntaria hace ya cinco años. Me sorprendieron las mejoras que vi.

Los niños del Chicken School alegres y con su uniforme, con clases muy activas, nuevo edificio y campo de juegos, los niños del orfanato Heavenly Home que cantaron para nosotras, se les veía felices, aseados, el nuevo orfanato Safe House, espléndido, con un gran campo de juegos, edificios amplios y modernos, tv en el dormitorio común, y lo mejor de todo reencontrarme con mi ahijada Mynt Myint San.

Me llevo en la memoria su carita de felicidad al verme y salir juntas de compras y a comer a un restaurante. Con muy poco se hace feliz a los niños. Ya conocía el excelente trabajo que realizan Carmen, Marc, Sara, Javi etc…, pero conocí a Aung Myo Swe y no puedo más que felicitarle por su labor.

También estuve con los directores del STTC, una pareja birmana eficiente y cariñosa, que están construyendo otro centro en Myanmar donde enseñar un oficio a los chicos más mayores.  Seguiré colaborando en todo lo que pueda. ¡¡No es ningún mérito, recibo mucho más de lo que doy!!