Hola a todos, me llamo Fermín Aldanondo resido en Tailandia en la isla de Koh Samui y también en España en Gran Canaria. No me voy a extender en mi persona, estoy jubilado y que desde los 23 años estoy viajando por todo el mundo, me fui casi 14 años a vivir al Caribe y después regrese a las Islas Canarias dónde he trabajado 28 años al frente de una agencia de viajes programando y visitando por diferentes países de todo el mundo, me ha tocado ver de todo y conocer los cinco Continentes.

Desde hace bastante tiempo estoy informado de la guerra de Birmania y de las consecuencias que están teniendo las masacres de la Junta Militar, contra la población civil birmana, lo que está provocando un éxodo masivo de refugiados de este país hacia Tailandia, creándose un problema muy grave, sobre todo en los más vulnerables: los niños.

Con ganas de conocer la problemática de primera mano, decidí hacer un viaje para visitar esta zona y contacte con Colabora Birmania, por medio de Meri, qué es una persona de mucho mérito y gran valía, que está en pleno campo de batalla, preocupándose de colegios y orfanatos, que cada vez tienen a su cargo mayor número de niños y no pueden mejorar las infraestructuras por falta de ayudas. Es realmente una labor directa donde el dinero recaudado va sin ninguna duda en ayuda de unos niños muy necesitados, qué depende el futuro de los mismos, del buen hacer de estas personas. Los proyectos tanto en los orfanatos, como los de colegios están necesitados de ayuda económica. ¿Quién no puede gastarse 75 céntimos de euro al día y proteger la alimentación, salud  y la enseñanza de un niño: 20 € al mes? ¿Es una cantidad significativa para muchos de ustedes?

Sin ninguna duda las necesidades son muy superiores a los medios que en este momento disponen y que toda la ayuda que puedan aportar las personas que vivimos en un mundo privilegiado, será siempre bienvenida.

No podemos arreglar todo el mundo, pero si podemos poner nuestro granito de arena. ¿Por qué no ayudar a un niño o niña? Nuestro regalo será siempre la satisfacción de saber que alguien tiene una sonrisa gracias a nosotros. Además la Fundación Colabora Birmania, trata siempre de mantener contacto entre el niño apadrinado y la persona o personas que lo apadrinan, podrá seguir la trayectoria de su vida, ya que hoy en día existen muchos medios de comunicación y siempre es grato saber el resultado de nuestro pequeño grano de arena.

 En mi viaje pude visitar dos colegios, un orfanato y un campo de refugiados a cuál no me dejaron entrar. Solo pude verlo desde el exterior, se calcula que hay unos 30.000 refugiados y es inexplicable cómo pueden vivir tantas personas en un espacio tan pequeño y en tan malas condiciones.

Sin ninguna duda en este viaje pude constatar las necesidades de estos niños. En el orfanato que visité hay 104 niños aproximadamente en una superficie de edificio de unos 250 metros cuadrados. En una habitación no superior a 40 metros cuadrados duermen 40 niños todos en el suelo con unas esterillas parecidas a las que utilizamos en la playa, en otra habitación de 20 mts, 16 niñas y así todos los niños.

Todo está muy limpio y muy bien organizado gracias al alma y arduo trabajo de su directora. Que me llamó la atención cuando le preguntó Meri, si necesitaba una máquina de coser y dijo que sí, pero mejor que fuera de pedales porque no tenía dinero para pagar la electricidad…… esta persona trabaja día y noche.

Tiene solamente un número inferior a 40 niños apadrinados, tiene muchas necesidades. Ejemplo: todas las cacerolas para cocinar, estaban llenas de petachos de soldadura de aluminio, del desgaste y el deterioro al limpiarlas.

Fermín