Emocionado con Creciendo: el concierto
Llegaste a casa después de la fiesta, sí, porque era una fiesta, una celebración con un concierto muy especial. Estabas agotado, pero muy feliz. Los nervios ya habían desaparecido, aún sentías un poco de adrenalina, pero el subidón del concierto ya había desaparecido e ibas aclarando tus ideas. Me acuerdo cuando Manel Guerrero tocó con su guitarra las primeras notas que iniciaban la fiesta. Romper el hielo siempre es más difícil, pero iba atrayendo al público y cada vez éramos más.
Con sus 4 canciones consiguió agrupar a todos los asistentes. Algunos dispersados en la barra, otros cerca del punto de venta de Colabora Birmania -con las súper vendedoras Alba, Sara y María Rosa- y otros dando calor al grupo. Con tanta gente parecía que la sala Luz de Gas sonreía orgullosa: estaba realizando otro concierto solidario, y ya van unos cuantos. Junto a la organización Actúa están haciendo muy buen trabajo.
Siguió el espectáculo con Elko, con su estilo muy peculiar hizo mover el cuerpo a más de uno con sus canciones. La gente se lo pasaba bien. Muchos con la familia jugaban con sus pequeños. Otros niños saltaban al escenario a bailar. Esto es de lo que me hablaba Vicen, el cantante de Tripulante: «que sea una fiesta para todos, adultos y niños». Ya había llegado toda la gente y todo iba sobre ruedas.
Josep Sala, el presentador de la fiesta, te llamó con su micrófono y tuviste que decir unas palabras. Por supuesto explicaste qué es lo que hacía Colabora Birmania y el beneficio de este acto para los niños y niñas que viven en la escuela Km 42, pero no pudiste contenerte y, como si hubieras ganado un Oscar, diste a las gracias a los que han hecho posible esta película, a sus productores, los artistas que actuaban esa noche y al loco soñador de Vicen.
No es nada fácil lo que ha conseguido. Durante su actuación, nos explicó el origen del proyecto. Un día, en su casa con Cristina -su mujer-, delante del televisor y después de ver el horrible sufrimiento de los refugiados sirios quisieron aportar su grano de arena con un proyecto musical solidario, así nació Creciendo. El mérito es todo suyo y las personas que se ha ido sumando.
El show tenía que seguir y de ello se encargó Minova, el único grupo de la noche que no usaba cuerdas en sus instrumentos. Electropop y muchas ganas para redondear la noche.
La noche llegaba a su momento más dulce. Tripulante se subió al escenario y animó a todos los presentes de la sala. Guardaban la sorpresa para el final: la proyección del videoclip de Creciendo, aquel que fuisteis a rodar en Mae Sot con los dos pequeños protagonistas -y alumnos de la escuela-, mientras subían todos los artistas a cantar la canción en directo.
Viendo -¡sí, sí, viendo!- la canción de Creciendo mientras la escuchabas, te venían recuerdos de hace cuatro meses reunido con Lucas y cuando viajaste con Jorge, César, Tania, Cristina y Vicen a Mae Sot a rodar el videoclip y a dar forma de este proyecto que ha sido algo más que una campaña para recaudar dinero. Ha sido una lección en toda regla. «Ten cuidado con lo que deseas, se puede convertir en realidad», escribió un día Vicen…
Con la campaña de crowfunding y con el dinero recaudado en el concierto, Colabora Birmania ha conseguido 4.297 euros que se destinarán al mantenimiento de los niños birmanos que viven en las escuela Km 42.
Te encuentras ya en la cama a punto de dormir, pensando en el gran número de personas, a los involucrados de todo este tinglado que se llama Creciendo. Te gustaría dar las agracias a todas las personas que han hecho donaciones, que han aportado dinero en estos tiempos tan difíciles, a los que asistieron, a los que no pudieron venir, a los artistas, músicos y técnicos, a los fotógrafos que cubrieron el evento, al presentador de la fiesta, a la sala Luz de Gas, a Actúa, al equipo de rodaje del videoclip, a los jóvenes protagonistas, a los profesores de la escuela, a los traductores y hasta al elefante que tuvo que cruzar la frontera de Birmania a Tailandia para aparecer unos segundos, pero especialmente a dos personas que con ellos empezó todo. Gracias Vicen y Cristina.
Marc Comas
Fotos: Ferran Comas