Birmanizando el Instituto Almudévar
A través de las fotos de Antonio han visto cómo viven estas personas lejos de sus casas: padres trabajando largas jornadas en un régimen de esclavitud, sin medidas de seguridad, dormidos en sus puestos de trabajo cansados de agotamiento, como sus hijos, los niños, deben trabajar para ganar su comida, la imposibilidad que tienen de ir a la escuela o al médico, del peligro que corren ya que por carecer de identidad son reclamados por las mafias…
Desde aquí damos las gracias a la Asociación de Padres y Madres y a los profesores del Instituto por dar la oportunidad a Antonio de celebrar esta actividad, pero sobre todo, a los alumnos por el gran interés que tuvieron y por su sensibilidad con las consecuencias del conflicto birmano y la cruel dictadura que ha obligado durante más de 50 años a cientos de miles de personas a vivir en el exilio o a convertirse en inmigrantes ilegales en los países vecinos.
Una vez más, agradecemos a Antonio su implicación personal e iniciativa para dar a conocer nuestra labor, ¡mil gracias!