En 2010, la escuela Km 42 ya estaba en funcionamiento financiada por la ONG local Help Without Frontiers, pero cientos de niños de los alrededores no tenían acceso a la educación ya que el centro necesitaba más infraestructura.

El colegio no disponía de cocina lo que obligaba a los alumnos a traer su comida de casa, representando para algunas familias un esfuerzo muy grande y que suponía que algunos de ellos se quedaran sin la comida del mediodía. Como consecuencia, la mayoría de niños tenían una alimentación muy precaria.

Ampliar el centro con nuevos edificios para que puedan acceder más alumnos a la educación.

Construir una cocina y proveerla de alimentos permanentemente para que los niños puedan alimentarse una vez al día. Si estos niños comen en la escuela el porcentaje de asistencia aumentará considerablemente.

Construir y adaptar dormitorios para que los niños internos puedan vivir en la escuela.

Contratar a nuevos profesores y un responsable del centro de los internos.

La escuela del Km 42 es pura vida. Al acceder a ella se escuchan las voces de los niños repitiendo al unísono la lección a la vez que se oyen los ruidos de la cocinera preparando la comida.

Actualmente están inscritos 400 niños y el colegio consta de 3 grandes edificios, 1 guardería para los más pequeños, 1 huerto, 1 granja de cerdos, 1 cocina, 2 baños, duchas, una zona de juegos con columpios y un campo de fútbol y baloncesto para el recreo.

Trabajan 12 profesores quienes una vez por semana se reúnen para organizar la semana y para compartir necesidades y propuestas con Colabora Birmania y Help Without Frontiers.

Alumnos inscritos