Construcción de un puente
Situación
A consecuencia del ciclón cerca de 85.000 personas perdieron la vida y 53.800 desaparecieron. 37 ciudades fueron gravemente dañadas y Naciones Unidas estima que 2,4 millones de personas se vieron afectadas. Muchas de estas muertes podrían haberse evitado si el gobierno hubiera alertado a la población, ya que conocían la magnitud del fenómeno días antes de que ocurriera, pero no lo comunicó a la población, o si una vez ocurrido el desastre, hubiera dejado actuar a las organizaciones humanitarias que ofrecían su ayuda. Muchos de los supervivientes murieron por la falta de alimentos y agua potable, ya que la ayuda no llegó hasta pasadas varias semanas, después de que la presión internacional hiciera efecto en los dirigentes.
El ciclón dejó familias rotas, aldeas desaparecidas, campos de cultivo inservibles e infraestructuras destrozados. La población ha ido recuperando su forma de vida, pero muchas de las infraestructuras esperan todavía su reconstrucción.
Objetivo
La construcción de un puente que uniera las aldeas de Ze Yat Hla y Ka Mar Lar Su, en la región de Ayeyarwady, al sur de Myanmar. Esta zona fue devastada por el ciclón Nargis en 2008 y, hasta día de hoy, sus habitantes siguen trabajando para recuperar lo que hace 7 años les fue arrebatado.
Gracias a a construcción de este puente, las aldeas estarán comunicadas y más niños podrá ir la escuela.
Los informes de UNICEF sobre la tasa de escolarización en esta región reflejan la gran problemática de la zona:
- 12% de niños de primaria sin escolarizar
- 49% de niños de secundaria sin escolarizar o que no terminan el curso escolar hasta Grado 9 (*1)
- 78% de alumnos de secundaria no continúan los estudios después de Grado 9
Actualmente
Gracias al haber ganado el Premio Solidario de las Tiendas Natura del 2015 el puente ya es una realidad. El puente ha conectado 6 aldeas de esta región y facilita el acceso al colegio principal a los niños de las otras aldeas.
La colaboración de los habitantes ha sido fundamental para que este proyecto se haya podido realizar. Una vez los materiales llegaron a la aldea, constructores y aldeanos se pusieron en marcha. Los hombres han organizado turnos para colaborar con los constructores en el transporte y preparación de materiales, y otras funciones que no requieren de experiencia en construcción. Las mujeres también han colaborado cocinando para los trabajadores que no son de la aldea y no cuentan con sus familias.